
Por Daniel Camilo Camargo, Gestor de Comunicaciones
Esta enfermedad, que muchas veces se diagnostica en etapas avanzadas debido a síntomas sutiles o confusos, podría tener un mejor pronóstico si se detectara a tiempo. Por eso, Zairo Mendoza, profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, ginecólogo oncólogo y cirujano endoscopista hace un llamado a promover la concientización, el acceso a la información confiable y los controles médicos regulares en el marco del Día Mundial del Cáncer de Ovario.
“El cáncer de ovario suele manifestarse con señales vagas, similares a problemas digestivos comunes. Por eso, muchas veces se diagnostica tarde”, señala el profesor. Sin embargo, educar a la población sobre los signos de alerta puede marcar una gran diferencia en el diagnóstico y tratamiento oportunos.
¿Cuál es la población que está en mayor riesgo?
Aunque puede afectar a mujeres de cualquier edad, el cáncer de ovario es más frecuente en mujeres mayores de 50 años, especialmente después de la menopausia. La mayoría de los casos se presentan entre los 55 y 64 años. También “existen tipos raros de cáncer de ovario como los tumores de células germinales que pueden aparecer en mujeres jóvenes, incluso en pacientes adolescentes, todo depende de la edad en que se vaya a presentar”, afirma el experto.
Entre los principales factores de riesgo que tiene este tipo de cáncer se encuentran la edad avanzada, los antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama y las mutaciones genéticas. También influyen factores reproductivos, como no haber tenido hijos, tener el primero después de los 35 años, así como el inicio temprano o tardío de la menstruación y la menopausia.
Síntomas que no deben ignorarse
Los síntomas suelen ser muy sutiles, persistentes y fácilmente confundidos con molestias digestivas y hormonales, “sin embargo, si son persistentes o empeoran con el tiempo deben tomarse muy enserio. Aunque estos signos no siempre indican cáncer, si aparecen de forma continua por más de dos semanas, es fundamental consultar a un médico” comenta Mendoza.
¿Se puede detectar a tiempo?
Detectar el cáncer de ovario en etapas tempranas es difícil, pero no imposible. Las revisiones ginecológicas periódicas son clave, especialmente en mujeres con factores de riesgo.
Pruebas como la ecografía transvaginal, análisis de sangre para marcadores tumorales y estudios por imágenes (tomografía o resonancia) pueden ayudar a identificar signos de alerta.
Además, las pruebas genéticas en mujeres con antecedentes familiares pueden ser determinantes. Identificar mutaciones permite tomar medidas preventivas y realizar una vigilancia médica más intensa.
Empoderar para prevenir
Hablar abiertamente sobre este tema contribuye a eliminar el estigma y los tabúes en torno a la salud femenina. La información empodera a las mujeres para que tomen decisiones informadas sobre su salud reproductiva y sepan cuándo buscar atención médica.
“La detección temprana mejora significativamente el pronóstico. Conocer los síntomas y asistir a controles regulares puede marcar la diferencia. La prevención y el diagnóstico oportuno son claves para una mejor calidad de vida”, comenta el doctor Mendoza.
Hoy, más que nunca, es crucial romper el silencio en torno al cáncer de ovario y promover una cultura de cuidado y conciencia. Únete tú también a la lucha contra el cáncer de ovario.