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Siniestros viales. La pandemia silenciosa

Siniestros viales. La pandemia silenciosa
Lo que antes llamábamos accidente de tránsito ahora se conoce como siniestro vial. Este cambio refleja un nuevo enfoque en seguridad vial, donde estos hechos se consideran prevenibles en lugar de accidentales. Esta perspectiva es especialmente importante para el sector público, ya que enfoca sus esfuerzos en reducir la cantidad de siniestros graves y sus consecuencias.

Lo que antes llamábamos accidente de tránsito ahora se conoce como siniestro vial. Este cambio refleja un nuevo enfoque en seguridad vial, donde estos hechos se consideran prevenibles en lugar de accidentales. Esta perspectiva es especialmente importante para el sector público, ya que enfoca sus esfuerzos en reducir la cantidad de siniestros graves y sus consecuencias.

Sin embargo, las iniciativas para la seguridad vial no se han visto reflejadas en los resultados. En Bogotá, el número de víctimas fatales por siniestros viales ha aumentado desde 2021. Antes de la pandemia, la tendencia era decreciente, pasando de 563 víctimas en 2016 a 482 en 2019 (Secretaría Distrital de Movilidad, 2024). Sin embargo, tras la pandemia, las cifras comenzaron a aumentar nuevamente, con 460 víctimas en 2021, 536 en 2022 y 543 en 2023. Este incremento ha estado influenciado por diversos factores, entre ellos el creciente uso de la motocicleta como medio de transporte, lo que ha llevado a un aumento significativo en su tasa de fatalidad.

La adopción de la Visión Cero y el enfoque de Sistema Seguro en la movilidad de Bogotá ha representado un avance clave en la política pública. Estos enfoques parten de la idea de que ninguna muerte en el tránsito es aceptable y que los siniestros viales son prevenibles.

El enfoque de Sistema Seguro busca diseñar un sistema de movilidad en el que los errores humanos no tengan consecuencias fatales, mediante infraestructuras más seguras, límites de velocidad adecuados, vehículos con mejor tecnología y educación vial.

La Visión Cero establece que la responsabilidad de la seguridad vial es compartida entre quienes diseñan, regulan y usan las vías, priorizando la protección de los actores más vulnerables y promoviendo un cambio estructural para reducir las muertes y lesiones graves en el tránsito.

La siniestralidad vial es un fenómeno multicausal, influenciado por diversos factores como la infraestructura, el diseño urbano, la velocidad, las normas de tránsito y el comportamiento de los actores viales. Por ello, su reducción requiere un enfoque integral que abarque distintas estrategias. En este sentido, la movilidad sostenible también contribuye a la seguridad vial, ya que fomenta el uso de modos de transporte más seguros. Los modos activos como caminar y la bicicleta, por ejemplo, operan a velocidades más bajas, reduciendo la gravedad de los siniestros. Por su parte, el transporte público disminuye la exposición individual al riesgo, al concentrar a más personas en vehículos diseñados para circular de manera más segura.

A largo plazo, solo el tiempo y los datos permitirán evaluar si la implementación de estos enfoques en Bogotá ha sido suficiente y efectiva. Las cifras de siniestralidad serán la medida clave para determinar si se han logrado avances significativos o si es necesario reforzar las estrategias para garantizar una movilidad más segura para todos.

Juan David Pertuz
Profesional en Gestión y Desarrollo Urbanos
Analista de datos de la Secretaría de Movilidad de Bogotá

 

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