
Por: Jaider Andrés Cruz; Juliana Alexandra Gelvez; Laura Forero; María José Escobar; Juan Nicolás Díaz; Lorena Stefanía Forero
Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud
El cáncer de estómago, también llamado cáncer gástrico (CG), es una enfermedad mortal causada por la reproducción de células malignas en las diferentes capas del estómago. Su tasa de supervivencia varía drásticamente dependiendo del tipo y la etapa en la cual esta patología se encuentra, por lo que es vital iniciar un diagnóstico temprano de esta enfermedad, ya que “si se diagnostica antes de su diseminación en el cuerpo, la tasa de supervivencia es del 67%, en caso contrario, equivaldría al 31% y el 5% si está diseminado en el estómago”, de acuerdo con el sitio Cancer.org. Dadas estas condiciones, es necesario analizar algunos factores que promueven el desarrollo de esta enfermedad, así como sus consecuencias y síntomas en el cuerpo humano, con el fin de resaltar la importancia de un diagnóstico temprano del cáncer gástrico.
El desarrollo de esta enfermedad es complejo y depende de muchos factores, por lo tanto la interacción de factores predisponentes como “infección por Helicobacter Pylori, alto consumo de sal, tabaquismo y, en un pequeño porcentaje de los pacientes, un componente genético familiar”, suelen ser determinantes en el desarrollo del cáncer gástrico, según afirman los doctores María Blanca Piazuelo y Pelayo Correa. Por ejemplo, una persona que posee una infección en el epitelio del ácido gástrico por la bacteria Helicobacter Pylori –que afecta a casi el 50% de la población mundial pero que revela cuadros clínicos en el 15% como úlcera péptica– , acompañada de una dieta rica en sales que daña la mucosa gástrica posterior a respuestas inflamatorias y aumento de proliferación celular, suele promover el desarrollo de cepas más virulentas del Helicobacter Pylori y por ende aumentar el riesgo del desarrollo de cáncer gástrico, de acuerdo con el estudio Dieta y cáncer gástrico en México y en el mundo.
Con respecto al diagnóstico del cáncer gástrico, Japón diagnostica el 50% de los casos de manera temprana lo cual genera un aumento en la probabilidad de sobrevida a 5 años hasta del 90%. Sin embargo, en la realidad latinoamericana, tal como indica el estudio Cáncer gástrico en Colombia: un diagnóstico tardío que amerita el compromiso del Estado, resulta común que el diagnóstico del cáncer gástrico sea tardío causando que la sobrevida a 5 años sea menor del 10%. El transcurso progresivo de la enfermedad está determinado por el desconocimiento de la población de los principales síntomas del cáncer gástrico, ocasionando la inasistencia a servicios de salud que afecta la oportunidad del diagnóstico.
En este orden de ideas, debe tenerse en cuenta que los síntomas más frecuentes son: la pérdida de peso que representa cerca del 60 % de los pacientes que lo padecen y el dolor abdominal que está presente en el 50% de los pacientes. Sin embargo, es vital estar atentos de algunos síntomas que son menos frecuentes como: vómito, náuseas, disfagia (imposibilidad para tragar alimentos), hemorragia digestiva o saciedad precoz (sensación de llenura o plenitud antes de lo normal), de acuerdo con el artículo Cáncer Gástrico, publicado por los doctores Cebrián, Concha y Fernández-Urién.
Ya identificados algunos síntomas de alerta, resulta primordial acudir a los servicios de salud para ser remitido a una endoscopia, principal método de diagnóstico del cáncer gástrico. Este procedimiento, según la Guía de práctica clínica para la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer gástrico temprano, consiste en una exploración del tejido estomacal que tiene la finalidad de detectar alguna lesión o anomalía de tejido estomacal; resulta recomendable repetirlo cada 3 años.
Asimismo, de acuerdo con el estudio Opciones de tratamiento según el tipo y la etapa del cáncer de estómago, si el cáncer gástrico es detectado tempranamente, ya sea entre la primera o la tercera etapa, el principal tratamiento es la realización de quimioterapias o quimiorradiación (quimioterapia más radioterapia), previo a la cirugía, ya que reducen el tamaño del tumor y facilitan la operación, en la cual se puede extraer la parte del estómago infectado (gastrectomía subtotal) o se extirpa todo el estómago (gastrectomía total). En consecuencia, el paciente obtendrá distintos beneficios: mejoría en su calidad de vida y la de sus allegados, reducción de costos económicos si el tratamiento no es cubierto totalmente por el sistema de salud, aumento de su expectativa de vida, entre otros.
El cáncer gástrico es un asesino silencioso ya que, con el paso del tiempo sus síntomas son ignorados por las personas que lo padecen dada la confusión “con una patología gástrica benigna, caracterizándose por dolor epigástrico, nausea, vómito, anorexia, baja de peso y sangrado digestivo”, según afirma el estudio Cáncer de estómago, publicado por la revista Scielo; adicionalmente, su afección poco a poco se va propagando a órganos y tejidos del cuerpo cuando se encuentra en sus últimas etapas.
En Latinoamérica prevalece el diagnóstico tardío por la no realización de procedimientos endoscópicos en pacientes que poseen sintomatología de cáncer gástrico, esto en parte por la demora y dificultad que existe para tener atención prioritaria con los especialistas. Por lo tanto, de acuerdo con el estudio Cáncer gástrico en Colombia: un diagnóstico tardío que amerita el compromiso del Estado, una solución sería la agilización en la gestión y realización de estos estudios; por ende, un médico general debería tener la potestad de autorizar una endoscopia si tiene sospecha de esta enfermedad sin necesidad de que el paciente deba asistir a una cita previa con un gastroenterólogo, evitando así el avance del cáncer gástrico en una persona que esté a la espera del diagnóstico y consecuentemente tenga un tratamiento más efectivo.