El hotel Magdalena, notas sobre su historia
Una antigua fotografía de la edificación nos lleva a conocer una interesante historia de arquitectura y modernidad.
En sus Apuntes sobre la arquitectura colombiana en el siglo XX, Lorenzo Fonseca pone como hito de la primera década lo siguiente:
En este periodo de nuestra arquitectura, quizá la innovación más sobresaliente en el ejercicio profesional fue involucrar el uso del cemento y del concreto como material constructivo cotidiano.
A continuación, lista los constructores y sus obras. De allí destacamos un ítem: H. M. Rodríguez e Hijos S. A. con Neftalí Sierra, Hotel Magdalena, Puerto Berrío, Antioquia[1].
Cemento y modernidad.
Esa primera década del siglo XX, entonces, conoció el uso de un nuevo material constructivo: el cemento. Distinguen los historiadores de la arquitectura dos momentos: el uso de material importado, primero; el inicio de la industria nacional, después. Otro punto que interesa en la materia radica en establecer la cronología de construcciones con la nueva tecnología.
El primer hito lo fijo, al parecer, el mismo Alberto Samper Sordo, en su discurso al entregar el pabellón Samper o quiosco de la Luz, en la Exposición Nacional de Industria, Agricultura y Bellas Artes, con motivo del centenario de la Independencia nacional. Dicho pabellón “no tiene otro mérito que el de haber sido edificado con los productos de esa fábrica y el de ser la primera construcción que en cemento armado se hace entre nosotros”[2].
El hotel Magdalena en 1923, fotografiado por Hermann Fellner.
La afirmación es exacta si la circunscribimos en dos aspectos: a producto nacional y a Bogotá. En el ámbito nacional, habría que poner en competencia el hotel Magdalena, cuya construcción inició en 1908 y se extendió por tres años[3]. Tenemos, pues, una edificación en curso cuando Samper inauguró su famoso quiosco, el veintiocho de julio de 1910[4].
En todo caso, nuestro interés por el hotel Magdalena resultó de su aparición en la colección fotográfica de Hermann Fellner. Pionero de la aviación y de la fotografía, Fellner hace el viaje del Magdalena, camino de Encontrados (Venezuela), y de repente hace unas tomas de Puerto Berrío, incluyendo el mentado hotel, por donde pasaron en mayo de 1923. Es una interesante coincidencia que, el mismo año, la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín publicara un álbum donde también sale el hotel, fotografiado más comercialmente. Parece no haber registros gráficos anteriores de la edificación.
Sierra y compañía.
En 1956, se produce la muerte del ingeniero Neftalí Sierra y en su obituario se reconoce su obra como un hito: “Muchas fueron las carreteras y tramos de ferrocarriles construidos bajo su dirección, como fue suya también la primera obra realizada en concreto en el país con motivo de la construcción del Hotel Magdalena”[5].
El hotel Magdalena en 1923, fotografiado para el álbum Medellín, de la Sociedad de Mejoras Públicas.
Neftalí Sierra (Girardota, 26-10-1886 – Medellín, 16-3-1956) estudió en la Escuela Nacional de Minas. Becado por el Ferrocarril de Antioquia, viajó a Estados Unidos a profundizar en la materia. Vuelto al país, se encargó de las obras del hotel Magdalena y de los talleres de Bello. Trasladado a Ferrocarriles Nacionales, construyó los talleres de Chipichape. Últimamente fue nombrado superintendente general del Ferrocarril de Antioquia[6].
Horacio Marino Rodríguez Márquez (1866-1931), pintor, fotógrafo y arquitecto antioqueño. Su trayectoria involucró distintas áreas de la cultura, de la literatura al urbanismo[7].
El hotel Magdalena, antes y después de Fellner.
En su Informe de 1896, el gerente del Ferrocarril de Antioquia reportaba que “los trabajos del Hotel fueron de bastante importancia, pues este importante edificio se recibió en muy mal estado”. Al detallar las reparaciones, da pistas de la estructura de la construcción:
Al Hotel Magdalena se le hizo una refección completa: se le cambiaron las bases de madera por otras de cal y canto, se le hizo un excusado con buena cañería hasta el río, se le cambiaron gran número de piezas de madera que estaban en mal estado, lo mismo que las ventanas, se le puso cubierta nueva al techo y se pintó todo[8].
En 1970, el diario El Tiempo anunció el cierre de la edificación, con el lacónico titular “Clausurado Hotel de Pto. Berrío” alegando imposibilidad de costear “refacciones urgentes de orden estético y sanitario”[9].
En la Página Medellín, del diario El Tiempo (26-9-1933), se registra un “primer viaje de turismo”, de Medellín a Puerto Berrío, de un grupo que iba a tomar “unas horas de descanso en tierra caliente”. Nuestro hotel era administrado por el Dr. Marco Tulio Pérez, “alto empleado del ferrocarril”, quien estaba ejecutando reformas en la estancia veraniega, entre ellas un parque con sus quioscos rústicos, “una piscina de veinticinco metros de ancho, con tres niveles para que puedan entrar en ella los niños”, tres canchas de tenis y otras amenidades. Esperaba el Dr. Pérez entregar obras en diciembre, “con el fin de que todas las familias de Medellín puedan entablar la costumbre de salir a veranear a un hotel como se estila en Bogotá”[10].
El Magdalena, pues, parece haber sido un hotel con todas las de ley, donde recalaban figuras políticas y del espectáculo[11]. La estrella del Magdalena comenzó a ponerse, al parecer, por otro golpe de modernidad: la construcción del puente del Magdalena y el consiguiente flujo de pasajeros por tierra. Luego, el Ferrocarril de Antioquia fue vendido a la Nación (1963) y el departamento lo entregó al Ejército para su uso (1983)[12]. Finalmente, mediante Resolución 1640 de 24 de noviembre de 2004, se le reconoce su carácter de bien de interés cultural[13].
Cabos sueltos.
A pesar de que varias fuentes señalan el hotel Magdalena como primera edificación en concreto armado, hay ciertos elementos en la cronología que ofrecen dudas:
-Los trabajos iniciaron en 1908 y se extendieron por tres o cuatro años.
-Ninguna fuente da una fecha exacta de inauguración del edificio.
En su Monografía sobre el Ferrocarril de Antioquia, José María Bravo Betancur copia un documento inquietante:
Del extracto del Acta de la sesión del 18 de enero de 1916
Envío del Sr. Neftalí Sierra a Barranquilla.
El Sr. Superintendente General informó a la Junta que tanto él como el Sr. Ingeniero en Jefe había juzgado conveniente para los intereses de la Empresa enviar a Barranquilla al Ingeniero Sr. Neftalí Sierra, con el fin de estudiar las construcciones de cemento armado en todos sus detalles, y en general, todo aquello que se crea útil para el Ferrocarril en cualquier ramo; que de acuerdo con los Srs. Presidente de. la Junta y Secretario de Hacienda había dispuesto el envío a que se ha hecho mérito. La Junta Halló conforme esta determinación, y aprobó, en consecuencia, la siguiente moción del Dr. Toro:
"Apruébase la Comisión conferida al Ingeniero, Sr. Neftalí Sierra para trasladarse a Barranquilla y Cartagena a hacer los estudios sobre cemento armado, y a conseguir los obreros especialistas para esta clase de trabajos y que han de emplearse en la construcción del edificio del Hotel Magdalena de Puerto Berrío, y autorízase a la Superintendencia General para pagar al Ingeniero Sr .Sierra, los gastos que ocasione su viaje y los demás que se le ocurriesen, de acuerdo con las instrucciones que se le dieron, gastos que se le reconocerán fuera de su sueldo ordinario, desde la fecha de su salida, 15 del presente hasta su regreso. En consecuencia, queda autorizada la extracción que se ha hecho de la Caja de la Superintendencia el día 14 de los corrientes, de la suma de $ 308.50 oro legal, a buena cuenta de dichos gastos, por los cuales deberá presentar la comprobación de salidas y entregar el saldo si lo hubiere"[14].
La citada acta hace juego con una publicación digital, citando una publicación de El Colombiano:
1915
Hotel Magdalena en Puerto Berrío
La Junta Directiva del Ferrocarril de Antioquia ha autorizado al señor Superintendente General para que obtenga de un arquitecto norteamericano Mr. Gregory B. Webb todos los datos necesarios para la construcción del Hotel Magdalena en Puerto Berrío, a orillas del río Magdalena, pagándole por ello la suma de 700 pesos oro.
Fuente: Archivo Centro de Información Periodística CIP[15].
Un testimonio contemporáneo, la Guía ilustrada de Medellín (1916), no nos informa cuándo iniciaron las obras, pero señala el avance:
HOTEL MAGDALENA
La Empresa, dispuesta siempre a proporcionar las mayores comodidades a los pasajeros, está construyendo en Puerto Berrío un hotel verdaderamente moderno, por la solidez y elegancia de la construcción, así como por el decorado y el confort de un establecimiento de primera clase.
Los datos que siguen darán una idea de lo que será esta nueva obra de la Empresa. Presupuesto: $50.000 oro; construcción de cemento armado: Ingeniero Arquitecto, Neftalí Sierra, y capacidad del edificio, 100 pasajeros. Para el servicio exclusivo del Hotel se instalará una planta de refrigeración, luz y ventiladores eléctricos. A fines de este año se dará al servicio una parte y estará terminado totalmente a fines de 1917[16].
Uno estaría tentado a esbozar la hipótesis de que la supuesta remodelación que sufrió el hotel en 1922[17] fue, en verdad, su construcción en “concreto armado”. No es fácil, sin embargo, tomar un partido, menos con noticias tan ambiguas como que, en 1915, la junta directiva del Ferrocarril de Antioquia decidió “sacar a licitación el arrendamiento” del inmueble para 1916[18].
[1] Fonseca, L. (2000). Apuntes sobre la arquitectura colombiana en el siglo XX. En Cien años de arquitectura en Colombia. XVII Bienal de Arquitectura 2000. Jorge Alberto Gutiérrez (comp.). Bogotá: Sociedad Colombiana de Arquitectos. La arquitectura del concreto fue una novedad de los romanos, por ejemplo, en la sala octogonal abovedada de la Domus Aurea y su cúpula. Cf. Watkin, D. (2015). A History of Western Architecture. London: Laurence King.
[2] Carrasco, F. (2006). La compañía de cemento Samper. Trabajos de arquitectura 1918-1925. Bogotá: Corporación La Candelaria – Planeta.
[3] Cuatro años, según Nueva Historia de Colombia. VI Literatura y pensamiento, artes, recreación. Bogotá: Planeta. Carrasco, citado, está de acuerdo en la fecha de construcción (1908) y en los tres años de duración de trabajos, “obra que sería la primera del país en utilizar cemento armado”, “construcción en cemento totalmente importado”.
[4] Llama la atención, sin embargo, que el Libro azul de Colombia (1918) no mencione el hotel Magdalena. Asimismo llamativo que el Informe del Rector de la Escuela Nacional de Minas (Medellín, 23 de mayo de 1912) se refiera a Neftalí Sierra, su egresado, apenas como “Profesor de la Escuela de artes y Maquinaria de Antioquia”, dejando de lado la construcción del hotel, por esa época completa o a punto de terminarse. En Anales de la Escuela Nacional de Minas, 1(3), 125-45. No conocemos ninguna prueba de la fecha exacta de inauguración de dicha edificación.
[5] El doctor Neftalí Sierra. El Tiempo, 18-3-1956. “(...) señalado como la primera estructura en concreto armado del país, con dos pisos”, según Vargas, H. (20). Cambio técnico en la edificación colombiana en el siglo XX. En Cien años de arquitectura en Colombia, citada. Vargas parece cometer anacronismo al añadir que la construcción del hotel dependió del inicio de la industria cementera nacional, lo que contradiría la historia de Cemento Samper como la cuenta Fernando Carrasco, citado en nota dos.
[6] Bateman, A. (1986). Historia extensa de Colombia. Volumen XXI. La ingeniería, las obras públicas y el transporte en Colombia. Bogotá: Lerner. Profesor de la Escuela de artes y Maquinaria de Antioquia, según el Informe del Rector de la Escuela Nacional de Minas. Medellín, 23 de mayo de 1912. En Anales de la Escuela Nacional de Minas, 1(3), 125-45.
[7] Álvarez, V., Suárez, J., Cardona, C. Horacio Marino Rodríguez Márquez. 100 empresarios. Historias de vida. Cámara de Comercio de Medellín.
[8] Botero, F. (1896). Informe que el Gerente del Ferrocarril de Antioquia presenta al Sr. Secretario de Hacienda. En Documentos relativos al Ferrocarril de Antioquia. 1896. Medellín: Imprenta del Departamento.
[9] El Tiempo, 1-7-1970; p. 11. Alfonso Cadavid Londoño, en carta a El Tiempo (3-6-1954), denunciaba que “el Hotel se caerá ante la mirada impasible de los miembros de la Junta Directiva del Ferrocarril de Antioquia, quienes no toman ningún interés en repararlo”.
[10] El Tiempo, 26-9-1933. Se anunciaba también una planta de hielo y la inminente construcción “del tercer piso del hotel para duplicar su capacidad, y para poner en él el salón de baile y los juegos de billar”.
[11] Allí se inscribió la candidatura de Carlos Lleras y, según la nota periodística, la de Olaya Herrera. Mora, J. (5-2-1966). Inscrita la candidatura Lleras en Puerto Berrío. El Tiempo.
[12] Reconstrucción del historiador empírico Rubén Mejía. Zambrano, D. (16-10-2018). La historia del hotel antioqueño donde se hospedó Cantinflas. El Colombiano.
[13] Lista de bienes declarados bien de interés cultural del ámbito nacional. Actualización octubre de 2024.
[14] Bravo, J. (1974). Monografía sobre el Ferrocarril de Antioquia. Medellín: Multigráficas.
[15] Casillero de Letras. Hotel Magdalena en Puerto Berrío. Consultado en 4-6-2025.
[16] Hoyos, G. (1916). Guía ilustrada de Medellín.
[17] Las mismas dudas se esbozan en la cronología del Museo Nacional de Colombia: fundación del hotel por el propio Cisneros, en 1874; nuevo edificio, 1898; remodelación en 1922; “una de las primeras edificaciones en concreto armado del país”. Río Magdalena navegando por una nación. Museo Nacional de Colombia, febrero 28 – mayo 4 2008.
[18] Departamentos. El Tiempo, 18-12-1915.