Pasar al contenido principal

Llegando a la Quinta Mutis

Leonardo Palacios Sánchez

llegando-a-la-quinta-mutis

Es así como los estudiantes del programa pasábamos muchas horas al día, de la noche y fines de semana, cuando estábamos de turno, dentro de nuestro muy querido hospital, que pasaba a convertirse en nuestro segundo hogar. Con los años, otras instituciones hospitalarias fueron muy importantes en la formación de los médicos rosaristas, entre ellas el Hospital Militar Central, el Hospital Infantil Universitario Lorencita Villegas de Santos y el Hospital Occidente de Kennedy III nivel de atención; sin embargo, aproximadamente, el 75 % de las actividades hospitalarias se hacían en el hospital San José. (2)

La larga relación entre la Universidad y la Sociedad de Cirugía de Bogotá empezó a tener dificultades, y las dos partes llegaron a un acuerdo que implicaba la finalización del convenio. Corría el año de 1994 y, el suscrito, era el secretario académico de la Facultad. El consejo directivo (a diferencia de las demás unidades académicas de la universidad, su denominación no era consejo académico) estaba integrado por el rector de la Universidad, quien en ese momento era el doctor Mario Suárez Melo, (figura No. 1) el presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, doctor Guillermo Rueda Montaña, (figura No. 2) el decano del programa de medicina, doctor Alfonso Tribín Ferro (Figura No. 3) dos representantes de los profesores, el presidente del consejo estudiantil, un representante de los colegiales, dos egresados del programa, y el secretario académico quien participaba con voz, pero sin voto y era el responsable, entre otras cosas, de llevar las actas. (3)

col1im3der

Guillermo Rueda Montaña - Fuente: Homenaje al doctor Guillermo Rueda Montaña. https://www.youtube.com/watch?v=sa-E1YJJ6Tc

  El 19 de diciembre de 1994, en sesión del Consejo Directivo se llevó a cabo una modificación al convenio inicial, que llevaría al desmonte progresivo del programa dentro del hospital de San José. Dicho acuerdo entró en vigencia en enero de 1995. En el convenio inicial, la Universidad no le pagaba a la Sociedad de Cirugía de Bogotá por el uso de las instalaciones del hospital. Sin embargo, en el que entró en vigencia, el Colegio Mayor empezó a pagar el 10 % del valor de la matrícula de cada alumno, como compensación por el uso de las instalaciones del hospital, sus recursos tecnológicos, y el apoyo del recurso humano en la formación de los estudiantes. Así mismo, la Universidad podría definir el traslado de uno o más semestres a otras instalaciones, informando a la Sociedad, por lo menos, 6 meses antes. (Convenio 19 de diciembre 1994).

Los programas de especialización cuyo campo de práctica era el Hospital de San José, formaban parte de la facultad y se regían por lo contemplado en el convenio inicial. Sin embargo, desde la entrada en vigencia del nuevo convenio, la Sociedad de Cirugía tomó el control administrativo, económico y científico de las especialidades. El título sería otorgado por la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud que es propiedad de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, dando prelación al ingreso a los egresados del programa de medicina de la Universidad del Rosario. (4)

col1im3der

Figura No. 3 Alfonso Tribín Ferro, decano de la Facultad de la Facultad de Medicina en el momento de la llegada a la quinta Mutis Fuente: Ricardo Tribin Ferro. Anoche tuve un sueño. Repert.med.cir.2011 ;20(4): 260-261

El periodo que se estableció para la transición fue 1995 a 2000, pero podía darse por terminado previamente por mutuo acuerdo entre las dos partes. La salida del Hospital de San José se produjo en diciembre de 1999. (4)

Durante esos años, se dio por terminado el convenio con la Escuela Colombiana de Rehabilitación, entidad que también, por convenio, albergaba tres facultades: fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional, por ende, era necesario reubicar a sus directivos, profesores y alumnos. (4)

La estructura curricular del programa de medicina seguía el modelo flexneriano, con un ciclo de ciencias básicas, durante los cuatro primeros semestres, y uno de ciencias clínicas y quirúrgicas durante los seis siguientes. Al culminar los 10 primeros semestres de la carrera, los alumnos cursaban un año de internado rotatorio, periodo destinado a consolidar aprendizaje y adquirir destrezas y habilidades en áreas médico-quirúrgicas previo a prestar el servicio social obligatorio (previamente denominado año rural) con frecuencia en regiones apartadas, con pocos recursos, con una extensa actividad médico-quirúrgica y a veces administrativa por lo que dicho año era definitivo en la formación médica. (4)


col1im3der

Figura No. 4. Quinta Mutis. Fuente: https://bogota.ascundeportes.org/escenario/escenario/70

Con base en lo anterior, la Universidad tomó la decisión de trasladar, inicialmente, los cuatro semestres de ciencias básicas a la Quinta Mutis (QM), donde funcionaba el colegio de primaria y bachillerato de la Universidad.  (6)

La sede, adquirida por la Universidad en 1923, tenía en ese entonces 17.000 metros cuadrados, amplios espacios para aulas, laboratorios, auditorio, biblioteca y oficinas, con amplias y hermosas áreas de bienestar, jardines, con enormes árboles de magnolios, 3 canchas de tenis y un campo de fútbol de dimensiones profesionales. (6) Figura No. 4 Quinta Mutis.

En enero de 1997 se dio inicio a los cursos de ciencias básicas, con una particular convivencia con los alumnos de primaria, que, para el desarrollo de sus actividades, disponían de un espacio ubicado en el área nororiental de la QM. Los demás estudiantes del colegio se reubicaron en una sede moderna y muy bien dotada donde empezó a funcionar el colegio de primaria y bachillerato “Arrayanes”, ubicado al norte de la ciudad, muy cerca del club campestre que tiene el mismo nombre. (4)

col1im3der

Figura No. 4 Quinta Mutis. circa 1980. En la foto se visualizan las áreas construidas y amplios espacios para actividad deportiva, en particular el campo de fútbol y tres canchas de tenis. Fuente: https://www.facebook.com/ColegioMayorDeNuestraSenoraDelRosario/.

En los espacios que quedaron disponibles se llevó a cabo una remodelación de un área importante de la QM, y se crearon la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario y el Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad. Se adecuaron espacios y se trasladaron desde el Hospital San José, la biblioteca de ciencias médicas, los equipos de los laboratorios de fisiología, microscopía, bioquímica, morfología y, en el espacio destinado al antiteatro, se dejó un área para disponer de piezas de anatomía patológica que complementaban la enseñanza teórica y de microscopía patológica. (4)

La escuela y el instituto se inauguraron el 6 de febrero de 1999, en acto presidido por el señor rector de la Universidad, Mario Suárez Melo, siendo decano Alfonso Tribín Ferro. Figura No. 5.

col1im3der

Figura No. 5. Placa conmemorativa de la inauguración de la escuela de ciencias de la salud de la Universidad del Rosario. Foto: Nancy Cantor

Adicionalmente, se iniciaron algunas prácticas de alumnos de las tres facultades de Rehabilitación (Fisioterapia, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional) y de estudiantes del programa de especialización en epidemiología, el cual se adelantaba en conjunto con el Centro de Estudios de la Salud (CES), hoy Universidad CES, de Medellín. (4)

Se trasladaron también a la Quinta Mutis la biblioteca y las oficinas administrativas de la Escuela. Valga la pena anotar que, aunque la denominación que se escogió haría pensar en una integración de las diferentes actividades académicas, de investigación y extensión, esto no se produjo y, aunque el espacio físico albergaba los diferentes programas, eran mínimas las actividades de integración. Había cuatro decanos, un director de los programas de rehabilitación, dos secretarías académicas y dos direcciones de posgrado. La oficina de posgrados de la facultad de Medicina estaba integrada en un solo cargo, denominado Jefatura de Educación Médica que tenía la responsabilidad del manejo administrativo del internado rotatorio, los programas de posgrado y los convenios docencia – servicio. Para ese entonces, el suscrito, era el jefe de Educación Médica. (4)

col1im3der

Figura No. 6. Jaime Pastrana Arango Fuente: https://urosario.edu.co/node?page=305

col1im3der

Figura No. 7. Guillermo Salah Zuleta Fuente: https://urosario.edu.co/museo/coleccion/guillermo-salah-zuleta

 

El traslado tuvo también una connotación importante desde el punto de vista del manejo de la Facultad: la Universidad tomó el control del programa, que antes estaba a cargo de esta y de la sociedad de cirugía de Bogotá. Como producto de lo anterior, desapareció el consejo directivo y empezó, por primera vez desde 1965, a sesionar el consejo académico de la Facultad de Medicina, presidido por el Rector de la Universidad sin la participación del presidente de la Sociedad de cirugía de Bogotá. El presupuesto era elaborado por las directivas de la Facultad, en particular de la directora administrativa y financiera, doctora Claudia Beltrán Bermúdez, con la supervisión y apoyo de la sindicatura de la Universidad. (4)

Durante el primer semestre de 1999, durante la decanatura de Jaime Pastrana Arango (figura 6), médico rosarista, especialista en ginecología y obstetricia de la misma Universidad, se terminó de construir el Colegio Arrayanes al cual fueron trasladados todos los alumnos de primaria y bachillerato que estaban ubicados en la Quinta Mutis. En ese entonces, el rector de la Universidad era el doctor Guillermo Salah Zuleta (7) (figura No. 7)

Dado que ya se iniciaba la salida progresiva del Hospital de San José, se establecieron nuevos convenios docencia-servicio para garantizar prácticas de alto nivel para los estudiantes de pregrado. Fue así como, para enero de 1997, se formalizó una práctica para los estudiantes de Medicina Interna en el Hospital de la Samaritana y en la Fundación Cardioinfantil-Instituto de Cardiología. En los meses siguientes se firmó convenio con el Hospital Universitario Clínica San Rafael para asegurar las prácticas de patología de los alumnos de cuarto semestre. Se adaptó un espacio en dicha institución universitaria donde se construyó un anfiteatro.

col1im3der

Figura No. 8. Ana Isabel Gómez Córdoba, rectora de la Universidad del Rosario y primera directora de la clínica Misael Pastrana Borrero - Foto: Universidad del Rosario

  El internado rotatorio (semestres 11 y 12) y los programas de especialidades médico-quirúrgicas, que tenían como base el Hospital de San José, se manejaban desde la oficina de educación médica del Hospital San José dirigida por Roberto Jaramillo Uricoechea, y desde la Oficina de Educación Médica de la Facultad de Medicina dirigida por Leonardo Palacios Sánchez. Se inició el traslado progresivo del campo de acción de los programas de especialización en áreas médico-quirúrgicas, cuyo hospital base era San José, a otras instituciones, como la fundación Cardioinfantil- Instituto de cardiología (Medicina Interna, Pediatría, Radiología e imágenes diagnósticas, Anestesiología, Neurología, Cardiología, y Cirugía Cardiovascular), el Hospital Universitario la Samaritana (Urología), el Hospital Universitario Clínica San Rafael (Patología y Neurocirugía), Hospital de Kennedy (Cirugía y Ginecología y Obstetricia). En años posteriores se fueron trasladando los demás y se empezaron a crear otros en diferentes hospitales de Bogotá. Durante esta etapa, jugó un papel muy importante la inauguración de la clínica Misael Pastrana Borrero, cuya primera directora fue la doctora Ana Isabel Gómez Córdoba, actual rectora de nuestra Universidad, (Figura No. 8) contando con el apoyo en la dirección de educación médica, del doctor Juan Mauricio Pardo Oviedo, (Figura No. 9) actual decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. “Estrenamos” esa bella institución que pasó a denominarse Hospital Universitario Barrios Unidos en mayo de 2008, cuando se conformó la corporación hospitalaria Méderi.  (4)

col1im3der

Figura No. 9. Juan Mauricio Pardo Oviedo, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud y primer jefe de educación médica de la clínica Misael Pastrana Borrero

Por primera vez en la historia de la Universidad, las facultades de Fisioterapia, Fonoaudiología, Medicina y Terapia Ocupacional tenían su sede en instalaciones propias del Colegio Mayor. Quienes llevábamos toda nuestra vida universitaria en el Hospital San José, el traslado marcó el fin de una era, para dar inicio a otra, que persiste en la actualidad. La Universidad ha dedicado enormes esfuerzos académicos, administrativos, económicos y de infraestructura que han transformado la sede y sus alrededores con la adquisición de más de 20 casas, un edificio administrativo, la construcción del edificio del centro de las emociones de la Universidad (UR Emotion) que está cumpliendo 6 años, y el edificio UR 370 labs, aún en proceso.

Todos los alumnos de los programas de salud inician sus actividades en nuestra querida Quinta Mutis, para, posteriormente, llevar a cabo actividades prácticas en diversos centros hospitalarios, en particular Méderi y la Cardio, así como en otros campos de práctica.

Paralelamente, a partir de 1998, el Colegio Mayor pasó también por una transformación significativa al tomar las directivas la decisión de migrar desde “una Universidad de docencia, a una Universidad de docencia que hace investigación”. La máxima expresión de esta política se ha dado en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, donde se produce, aproximadamente, el 60 % de la investigación de toda la Universidad. (7)


Comentario final:

La historia continúa, los recuerdos del periodo en nuestro querido Hospital San José son magníficos, pero, como se ha señalado en estas notas, a partir de 1997 estamos en una hermosa sede propia, impecablemente cuidada, en constante y positiva transformación y quienes la habitamos desde ese entonces nos sentimos muy felices y orgullosos de formar parte de esta historia.


Bibliografía:

  1. Convenio docente-asistencial entre el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y la Sociedad de Cirugía de Bogotá. 15 de junio de 1965. Archivo de la facultad de Medicina.
  2. Quevedo V., Emilio, y Juliana Pérez G. De La Restauración De Los Estudios De Medicina En El Colegio Mayor De Nuestra Señora Del Rosario, 1965-1969. Cuadernos para la Historia del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Tomo 16. Bogotá: Universidad del Rosario, 2009.
  3. Quevedo Vélez, Emilio, Palacios Sánchez, Leonardo, Núñez Gómez, María Camila Sánchez Martínez, María Catalina Canti R., Cindy Katherin Labrador M., María Sofía Roa L., Tatiana Yaya Carlos Julián. (2021) El renacer de una ilusión. Historia de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, 1969-2019. Tomo I. Universidad del Rosario
  4. Quevedo Vélez, E., Palacios Sánchez, L., Núñez Gómez, M. C., & Sánchez Martínez, M. C. (2021). El renacer de una ilusión: Historia de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, 1969-2019. Tomo 2. Universidad del Rosario
  5. Convenio docente-asistencial entre el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y la Sociedad de Cirugía de Bogotá. 19 de diciembre de 1994. Archivo de la facultad de Medicina.
  6. Palacios Sanchez, L. Quinta de Mutis: 100 años al servicio del país. (2024) Revista del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Vol. 116, número 618. P: 112-123
  7. Ortega Jairo. Los decanos MD. Revista Nova et Vetera. Vol.4 No. 37 – Mayo. 09/05/18.

Disponible en: https://urosario.edu.co/revista-nova-et-vetera/columnistas/los-decanos-md

Consulta realizada el 12/05/25