
Por Mayra León y Daniel Camilo Camargo, Gestores de Comunicación.
Expertos de la Universidad del Rosario advierten que este brote no es solo un evento epidemiológico aislado, sino el reflejo de una crisis ambiental y social que está afectando la salud pública en Colombia.
Transmitida por el mosquito Aedes aegypti, el mismo vector que trasmite el dengue, zika y chikungunya, la fiebre amarilla se ha convertido nuevamente en una amenaza debido a múltiples factores que van más allá del insecto. La deforestación, la urbanización descontrolada, las migraciones forzadas y el cambio climático han alterado los ecosistemas naturales, favoreciendo la propagación del vector en zonas anteriormente libres de riesgo.
“No es solo un tema de mosquitos. Es un síntoma de un desequilibrio más profundo en nuestros entornos y sistemas de salud. Si no actuamos ahora, veremos más brotes y desafortunadamente más muertes” advirtió Luz Helena Patiño, coordinadora técnico-científica del Centro de Investigación en Microbiología y Biotecnología de la Universidad del Rosario.
¿Cuáles son los síntomas?
Luego de la picadura inicia un período de incubación que dura entre 3 y 6 días. La evolución clínica se puede dividir en tres fases:
1. Fase inicial (días 3 a 4): Se caracteriza por fiebre de hasta 40 °C, cefalea intensa, pérdida del apetito, náuseas y vómito. No obstante, en algunos casos, la enfermedad puede ser asintomática.
2. Fase tóxica (la más grave): Aparece ictericia (coloración amarilla de la piel), orina oscura (coluria), dolor abdominal, vómitos persistentes y sangrados en mucosas como nariz, boca, ojos o tracto gastrointestinal. También pueden presentarse insuficiencia renal e inestabilidad cardiovascular.
3. Muerte (7 a 10 días después de la fase tóxica): En los casos más severos, esta etapa puede concluir con la muerte del paciente.
“La fiebre amarilla es considerada como una enfermedad grave. De acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional, es un evento que se puede constituir como una emergencia de salud pública de importancia internacional”, afirma Carlos Trillos, experto en epidemiología y profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Aunque existe una vacuna segura y eficaz, la cobertura no es aún suficiente. En Colombia, se recomienda la inmunización para personas entre 9 meses y 59 años. Su aplicación está contraindicada, o requiere valoración médica, en personas inmunosuprimidas o mayores de 60 años.
Para frenar el avance del brote, nuestros expertos recomiendan:
• Usar repelente de insectos y ropa que cubra brazos y piernas.
• Eliminar criaderos de mosquitos
• Aplicarse la vacuna al menos 10 días antes de viajar a zonas de riesgo endémico.