
Por: Daniel Camilo Camargo, Gestor de Comunicaciones
El 16 de junio, en una emotiva ceremonia realizada en el Aula Máxima de la Sede Claustro, la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud otorgó la medalla José Vicente Castro Silva, en la categoría de “Persona Ilustre”, a los doctores Rafael Riveros y Gustavo Quintero, reconocidos por su papel fundamental en el fortalecimiento del desarrollo académico, clínico y humanista del país.
El evento, presidido por la rectora Ana Isabel Gómez, el decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Juan Mauricio Pardo, y acompañado por docentes y directivos de la Universidad, fue un acto de reconocimiento al compromiso, liderazgo y visión de los doctores.
El Doctor Rafael Riveros, exrector de la Universidad y exdirector científico de Méderi, fue fundamental en la consolidación de dicho hospital como eje académico para la formación médica.
Su gestión dejó huellas profundas en la infraestructura educativa y en la calidad de la práctica clínica de miles de estudiantes. “Él inspira por su coherencia, por su respeto silencioso, por su visión institucional tejida desde la escucha y la reflexión. A quienes hemos tenido el privilegio de trabajar con él, nos ha enseñado que el verdadero liderazgo no se impone: se gana con integridad, con generosidad, con altura moral”, comentó en la ceremonía la Rectora Ana Isabel.
Por su parte, el Doctor Gustavo Quintero, exrector, creador y primer decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, lideró una de las transformaciones curriculares más innovadoras del país, impulsando un modelo de formación centrado en competencias, trabajo interprofesional y sensibilidad humana.
Su visión posicionó a la universidad como referente nacional en educación médica de excelencia. “Su liderazgo se ha construido desde la confianza, desde el impulso a otros, desde su convicción de que la medicina se enseña y se vive con la cabeza, el corazón y la palabra”, mencionó la Rectora Ana Isabel.
“Ustedes nos han mostrado que la medicina rosarista no es solo ciencia, sino también compasión, escucha, intuición y humanidad. Nos han preparado para que en cada consulta, en cada turno, en cada decisión clínica y cada encuentro con la comunidad, logremos mantener ese delicado equilibrio entre el conocimiento técnico y el respeto profundo por la dignidad humana”, mencionó el Decano Pardo.
Este reconocimiento no solo celebra sus trayectorias profesionales, sino también el legado humano y académico que ambos han construido en la Universidad del Rosario y en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Un legado que sigue vivo en cada aula, hospital y proyecto de investigación, guiado por el sello rosarista de excelencia, ética y compromiso con el país.